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Del autocuidado se habla mucho en Estados Unidos y el resto de los países. Sin embargo, pocas personas toman en cuenta su importancia. Cuidar la salud física y mental, el aspecto integral, aún es una tarea pendiente.
Y es que el autocuidado no es más que “la capacidad de los individuos para promover y mantener la salud, y prevenir y hacer frente a enfermedades y discapacidades con o sin apoyo médico”, de acuedo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“8 de cada 10 latinoamericanos considera que el autocuidado es una práctica muy relevante para mantener la salud. Sin embargo, la mayoría no tiene una idea completa del alcance de este término y tiende a enfocarlo solo en el cuidado físico”, conforme a un estudio publicado en 2022 por la Federación Global de Autocuidado (GSCF).
Educación, vía para mejorar el autocuidado
Resulta “necesario hacer un esfuerzo conjunto público y privado para acompañar el autocuidado con más educación y consejos prácticos que los ciudadanos puedan aplicar en su día a día”, explicó el jefe nacional de Gestión del Riesgo en Salud de Coomeva, Mauricio Barreto Pérez.
El Tiempo difundió lo expuesto por el médico, quien enfatizó sobre “un modelo de educación en salud basado en siete pilares: hábitos saludables, alimentación, actividad física, descanso, emociones, sexualidad y familia”.
No sería la primera vez que se tomaría en cuenta tal modelo. “(…) ha sido aplicado con éxito a cerca de 14.000 usuarios en el primer semestre del 2023 y que se espera ampliarlo a 17.000 usuarios en el segundo”, más tarde.
Hábitos no sanos
“La mayoría de los usuarios sabe que el sedentarismo, fumar o una dieta con exceso de grasa y azúcar no son hábitos sanos, pero olvida que la salud mental es tan importante como la física —comenta el especialista de Coomeva Medicina Prepagada—; hemos tratado patologías físicas, como asma, migraña o alergias, que tienen una causa netamente emocional”.